En el contexto del comercio global en constante cambio, la industria de los envíos de contenedores enfrenta desafíos e incertidumbres sin precedentes. Desde fluctuaciones en cadenas de suministro globales hasta eventos políticos imprevistos y el impacto continuo de la pandemia, ¿cómo pueden las empresas navieras ajustarse a este entorno incierto? Esto se ha convertido en un factor clave en el desarrollo de la industria.
1. Incertidumbre global de la cadena de suministro
La complejidad de las cadenas de suministro globales ha hecho que el envío de contenedores sea más susceptible a la incertidumbre. El brote de Covid -19 en 2020 causó cambios significativos en los patrones de producción y consumo en todos los países, lo que llevó a una demanda de envío inestable. Muchos puertos se cerraron temporalmente debido a los bloqueos o las regulaciones de salud, lo que resultó en retrasos en el envío y atrasos de carga. Si bien la economía global ha comenzado a recuperarse, las compañías navieras aún enfrentan la demanda fluctuante y la volatilidad impredecible del mercado.
Para abordar este desafío, muchas compañías navieras han aumentado la flexibilidad en las operaciones de envío y han agregado más capacidad de embarcaciones para mitigar posibles retrasos. Además, un número cada vez mayor de empresas adoptan enrutamiento flexible y ajustando los horarios rápidamente para satisfacer la demanda del mercado.
2. Fluctuaciones en los precios de envío
Debido a las fluctuaciones de demanda extremas y los ajustes de capacidad, los precios del envío han visto una volatilidad significativa en los últimos años. De 2020 a 2021, los precios de envío se dispararon, ejerciendo una inmensa presión sobre el comercio internacional. Si bien algunas rutas han visto una reducción de precios a medida que el equilibrio de la oferta y la demanda, los precios aún no han vuelto a los niveles pre-pandemias.
En respuesta a la incertidumbre de los precios, muchos cargadores y operadores están optando por contratos a largo plazo o acuerdos de asociación, que permiten términos fijos o con precios para mitigar el riesgo de volatilidad de costos. Al mismo tiempo, las compañías navieras están optimizando sus flotas y aumentan la capacidad disponible para mejorar la eficiencia y reducir las presiones de costos.


